Conectar con la generación y aprovechar su potencial de consumo

 

Cómo las cafeterías latinoamericanas pueden conectar con la generación Z y aprovechar su potencial de consumo

El consumo de café está evolucionando rápidamente con la llegada de nuevas generaciones al mercado. A medida que los jóvenes comienzan a participar activamente en la economía, las reglas del juego cambian. En este escenario, la generación Z no solo demanda café de calidad, sino también una experiencia completa, estética y alineada con sus valores.

Para entender mejor cómo las cafeterías pueden aprovechar este cambio generacional, se destacan los aportes de Carolina Martinon, asesora gastronómica en Argentina, y Pedro Barrios, propietario de Mano’s Coffee en Guatemala.

Dos generaciones, dos formas de consumir

Aunque los millennials y la generación Z se encuentran cerca en edad, sus comportamientos como consumidores difieren considerablemente. Los millennials —nacidos entre 1981 y 1996— valoran las experiencias, investigan antes de comprar y prefieren marcas que reflejan principios como la sostenibilidad. Aunque crecieron en la transición digital, siguen confiando en las experiencias físicas y en la lealtad a marcas.

En contraste, la generación Z —nacida entre 1995 y 2012— ha vivido en un entorno completamente digital. Sus decisiones de consumo están profundamente influenciadas por plataformas como TikTok e Instagram. Valoran la autenticidad, la estética, la diversidad y el impacto social. Además, son consumidores visuales, impacientes y altamente informados.

Más allá de la taza: nuevas demandas del consumidor joven

La generación Z no busca solo café, sino una experiencia completa. Esto incluye desde bebidas personalizadas y trazabilidad del producto hasta ambientes visualmente atractivos que puedan compartirse en redes sociales. “Lo estético y lo novedoso juegan un papel fundamental”, señala Carolina Martinon.

Pedro Barrios añade que esta generación tiene curiosidad por explorar: “Siempre preguntan qué tipos de leche tenemos o qué combinaciones pueden probar”. Las cafeterías que ofrecen interacción, experimentación y un ambiente acogedor tienen más posibilidades de fidelizar a este público.

Redes sociales: la nueva vitrina

Las redes sociales son el primer filtro a través del cual los consumidores deciden si vale la pena visitar un local. Por eso, tener una presencia digital estratégica va más allá de mostrar productos: debe contar historias, mostrar rostros reales y transmitir valores.

Un perfil de Instagram que solo funciona como catálogo no genera conexión. Lo que el público joven busca es descubrir lo que hay detrás de cada taza: las personas, los procesos, las decisiones y el propósito.

Estrategias para conectar con la generación Z

A pesar de tener mayor poder adquisitivo que generaciones anteriores, la generación Z solo invierte en productos que considera valiosos. Las cafeterías pueden aprovechar esto ofreciendo propuestas alineadas con sus intereses. Algunas ideas incluyen:

  • Experiencias inmersivas, como coffee parties o talleres interactivos.
  • Innovaciones en el menú, con bebidas estacionales o formatos alternativos.
  • Reducción y diversificación, como disminuir el número de tamaños y enfocarse en variedad de sabores y combinaciones.
  • Storytelling de marca, destacando el propósito del negocio, su origen, valores y personalidad visual.

Innovar sin perder rentabilidad

El aumento del precio del café impone desafíos financieros, pero también abre la puerta a modelos más sostenibles. Para no sacrificar márgenes ni sobrecargar al personal, las innovaciones deben ser operativamente viables y comprensibles para el cliente.

Por ejemplo, Pedro comparte que una medida útil ha sido reducir los tamaños de las bebidas para optimizar recursos, sin afectar la experiencia del consumidor. Carolina enfatiza que es clave facilitar el trabajo del barista y mantener una comunicación clara con el público.

Incluir sin excluir

Adaptarse a la generación Z no significa ignorar a otros públicos. Cada cafetería tiene su identidad, y lo importante es crear espacios que sean inclusivos, auténticos y coherentes con los valores que comunican.

Según Carolina, hay cuatro pilares que definen una cafetería exitosa hoy:

  1. Comunicación alineada con los valores de la marca.
  2. Estrategias de fidelización genuinas.
  3. Propuestas innovadoras y flexibles.
  4. Un servicio hospitalario y humano.

Si alguno de estos pilares falla, el consumidor difícilmente regresará.

Conclusión

En un entorno económico incierto, las cafeterías que logren mantenerse serán aquellas que prioricen la calidad, la comunidad y una identidad clara. Hoy más que nunca, no basta con ofrecer una bebida: se necesita crear conexión, pertenencia y propósito.

La generación Z representa una oportunidad, no solo por su capacidad de consumo, sino por su deseo de involucrarse con marcas auténticas. En lugar de enfocarse exclusivamente en este segmento, las cafeterías pueden integrar sus valores y generar experiencias significativas que resuenen con todas las generaciones.